SB-Noticias.- Roque Calero, catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, analizó para Radio San Borondón la campaña mediática favorable a los proyectos de los trenes “para que todos pensemos que los trenes son maravillosos” cuando opina que la realidad es que ningún ciudadano ha solicitado un proyecto que costará 3.500 millones y que no va a resolver el problema de la movilidad, por lo que asegura que las administraciones implicadas tratan de vender la imagen del tren mediante una propaganda nada objetiva.
El prestigioso científico califica estos protectos de los trenes para Canarias como “una de las últimas locuras” de las administraciones canarias, que se muestran “empeñadas en meternos los trenes y gastarse casi 3.500 millones de euros en algo cuyo objetivo final, en el mejor de los casos, ahorraría 10 ó 15 minutos en un viaje”.
Calero advierte nuevamente que esa cantidad de dinero serviría para invertir en otras cosas, mucho más útiles e incide en que el problema radica en que “no se plantea el tren como una respuesta a una necesidad, porque realmente nadie está pidiendo que se ponga el tren, lo que sí es cierto es que la gente quiere moverse y hacerlo de la forma más barata y más eficiente posible, sin que nadie pida el tren” y explica que las administraciones implicadas, a sabiendas de esta realidad, “lo que está haciendo es vender la imagen del tren, realizando una propaganda del tren” nada objetiva.
En el caso concreto de Gran Canaria, señala que se han realizado numerosos debates desde hace tiempo, con reuniones informativas casi semanales “con un programa de información muy bien pensado, muy meditado y muy costoso” ya que recuerda que los periódicos de la provincia de Las Palmas han dedicado hasta cuatro páginas en un mismo día sobre las “bondades” del tren, usando fotografías de un tren que nunca se va a poner en la isla “porque el tren de alta velocidad no se pondrá nunca”, por lo que acusa de mentir en la propaganda que se usa como referencia.
El prestigioso catedrático de la ULPGC hecha en falta que los medios ofrezcan otro punto de vista al oficialismo de la administración sobre el proyecto del tren y las vías de transporte efectivas al sur de la isla y acusa a la prensa de ocultar a quienes piensan de otro modo al respecto, ya que recuerda que la Universidad ha realizado estudios pormenorizados sobre la movilidad, que son contrarios al proyecto del tren y no han sido publicados por la prensa, por lo que asegura que “se está adoctrinando a la gente para que acepte el tren como una gran cosa, cuando lo que realmente es una enorme deuda para el futuro de todos los canarios, máxime en un momento en el que necesitamos el dinero para muchas otras cosas”.
En este sentido, explica que solamente el proyecto del tren, “el documento para sacarlo a concurso” cuesta 24 millones de euros “en un momento en el que no hay dinero para nada” por ello se plantea una reflexión, “cómo le explicamos a un parado, a un estudiante universitario, a la gente que no tiene con qué comer, que vamos a gastarnos 24 millones de euros en el proyecto de un tren”.
Roque Calero cuantifica en unos 3.500 millones de euros el coste total de la implantación de los trenes de Tenerife y Gran Canaria, cifras que posiblemente sean superiores al final, una locura de las administraciones en un momento de crisis en el que no hay partidas para nada, “porque si esto hubiera sido hace cinco años todos hubiéramos pensado en que se trata de un juguetito más” pero “en estos momentos es un falta de respeto, sabiendo además que va a generar una deuda importantísima a largo plazo, que en el caso de Gran Canaria, en donde se han hecho estudios alternativos, se cifran en casi 500 millones de euros de déficit en explotación, que deberán pagar todos los ciudadanos de la isla” se trata por tanto de “un proyecto con el que entramos en franca bancarrota”.
Calero advierte nuevamente que esa cantidad de dinero serviría para invertir en otras cosas, mucho más útiles e incide en que el problema radica en que “no se plantea el tren como una respuesta a una necesidad, porque realmente nadie está pidiendo que se ponga el tren, lo que sí es cierto es que la gente quiere moverse y hacerlo de la forma más barata y más eficiente posible, sin que nadie pida el tren” y explica que las administraciones implicadas, a sabiendas de esta realidad, “lo que está haciendo es vender la imagen del tren, realizando una propaganda del tren” nada objetiva.
En el caso concreto de Gran Canaria, señala que se han realizado numerosos debates desde hace tiempo, con reuniones informativas casi semanales “con un programa de información muy bien pensado, muy meditado y muy costoso” ya que recuerda que los periódicos de la provincia de Las Palmas han dedicado hasta cuatro páginas en un mismo día sobre las “bondades” del tren, usando fotografías de un tren que nunca se va a poner en la isla “porque el tren de alta velocidad no se pondrá nunca”, por lo que acusa de mentir en la propaganda que se usa como referencia.
El prestigioso catedrático de la ULPGC hecha en falta que los medios ofrezcan otro punto de vista al oficialismo de la administración sobre el proyecto del tren y las vías de transporte efectivas al sur de la isla y acusa a la prensa de ocultar a quienes piensan de otro modo al respecto, ya que recuerda que la Universidad ha realizado estudios pormenorizados sobre la movilidad, que son contrarios al proyecto del tren y no han sido publicados por la prensa, por lo que asegura que “se está adoctrinando a la gente para que acepte el tren como una gran cosa, cuando lo que realmente es una enorme deuda para el futuro de todos los canarios, máxime en un momento en el que necesitamos el dinero para muchas otras cosas”.
En este sentido, explica que solamente el proyecto del tren, “el documento para sacarlo a concurso” cuesta 24 millones de euros “en un momento en el que no hay dinero para nada” por ello se plantea una reflexión, “cómo le explicamos a un parado, a un estudiante universitario, a la gente que no tiene con qué comer, que vamos a gastarnos 24 millones de euros en el proyecto de un tren”.
Roque Calero cuantifica en unos 3.500 millones de euros el coste total de la implantación de los trenes de Tenerife y Gran Canaria, cifras que posiblemente sean superiores al final, una locura de las administraciones en un momento de crisis en el que no hay partidas para nada, “porque si esto hubiera sido hace cinco años todos hubiéramos pensado en que se trata de un juguetito más” pero “en estos momentos es un falta de respeto, sabiendo además que va a generar una deuda importantísima a largo plazo, que en el caso de Gran Canaria, en donde se han hecho estudios alternativos, se cifran en casi 500 millones de euros de déficit en explotación, que deberán pagar todos los ciudadanos de la isla” se trata por tanto de “un proyecto con el que entramos en franca bancarrota”.
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